Uno que asegura que quiere cambiar el mundo por filantropía merece escaso crédito. Sus palabras son fruto de la hipocresía o de la abstracción: nadie ama a la humanidad por el mero hecho de que sea la humanidad. Por el contrario, si quien lo afirma es un misántropo merece mayor atención: es una forma de decir que quiere cambiarse a sí mismo. (El cazador de instantes, 70)
miércoles, 21 de mayo de 2008
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